Periódicamente dedico tiempo a hacer un balance de lo que he logrado, a reflexionar si mi comportamiento ha sido correcto y si podría haber mejorado en algún aspecto. A todos nos pasa cometer errores, subestimar o sobrestimar una situación; volver a enfrentarla en frío, con una mente crítica, ayuda a encontrar respuestas que «en caliente» a menudo no surgen.
Nosotros mismos cambiamos con el tiempo y, con nosotros, cambian nuestras prioridades, nuestros objetivos y nuestros valores.
El análisis de hoy está dedicado a una serie de eventos ocurridos a finales de 2023, que me hicieron reflexionar sobre lo difícil que es hacer que las personas cambien, incluso cuando se les presenta una propuesta atractiva, o al menos así lo consideraba yo.
Integrando nuevo talento en el equipo
De vez en cuando me toca integrar a mi equipo de desarrollo con nuevas personas, ya sea para reemplazar a quienes han dejado la empresa o para ampliar el equipo para nuevos proyectos.
Dejar una empresa es una práctica normal que, como ya he descrito, todo gerente debería prever, pero que a menudo se subestima.
Para citar a Jane Austen:
«Nadie es demasiado viejo para cambiar, porque el cambio es la única constante de la vida.»
No debemos alarmarnos si uno de nuestros colaboradores decide cambiar, sino que debemos estar preparados para gestionar el cambio, a veces de manera repentina.
Fantástico, pero ¿dónde está el problema?
El problema surgió durante la fase de selección de los nuevos programadores que no aceptaron mi propuesta. Y no: el motivo no era el salario, que era mayor y estaba en línea con las demandas de los candidatos.
En el pasado pensaba que el salario era el principal motivo para impulsar a un programador a cambiar de empresa. Sin embargo, tuve que reconsiderarlo.
Enfocar la solicitud
La búsqueda estaba orientada a un programador Java experimentado interesado en unirse a nuestro equipo de desarrollo para un producto de backend utilizado a nivel europeo.
Muchos programadores odian trabajar en proyectos que no conocen o que no los estimulan. Hablar de inmediato sobre el proyecto y su visibilidad ayuda a que el candidato entienda la importancia y el impacto de su trabajo.
Aspectos a considerar:
- Tecnología: Trabajar con tecnologías obsoletas es un desincentivo para muchos.
- Evolución del proyecto: Indicar que el proyecto está en constante evolución es un incentivo.
- Salario: Ser claro desde el principio evita falsas expectativas.
Pese a esta claridad, varios candidatos prometedores rechazaron nuestra oferta.
«No me siento preparado.»
Cuando el salario no es suficiente
El motivo principal por el que algunos candidatos rechazaron nuestra propuesta fue no sentirse preparados para el cambio: el trabajo actual, aunque menos estimulante y pagado, era seguro y conocido. El cambio era percibido como un riesgo.
Esto me llevó a pensar que, incluso si alguien no está satisfecho con su situación, si no está predispuesto al cambio, no lo hará.
Estrategias para superar el miedo al cambio:
- Pequeños Pasos: Cambiar de forma gradual puede ser más fácil.
- Mentalidad de Crecimiento: Enfrentar los desafíos como oportunidades de mejora.
- Visualización: Imaginar los beneficios futuros de un cambio.
Los errores que cometí
Es fácil culpar a los candidatos cuando no aceptan una oferta, pero es más inteligente reflexionar sobre qué falló en la presentación de la propuesta.
Quizás el «no me siento preparado» de algunos candidatos ocultaba algo más: ¿tal vez no era lo que buscaban?
La atracción de la empresa para el candidato, o atractivo corporativo, puede marcar la diferencia. Mostrar que una empresa ofrece crecimiento, formación y un ambiente estimulante es clave para que los candidatos elijan quedarse.
Conclusión
Pensar que solo ofreciendo un salario mayor se puede motivar un cambio es un error que he cometido a lo largo de mi vida.
El mayor trabajo de cada gerente debería ser hacer que su empresa sea atractiva, que los candidatos vean una oportunidad de crecimiento y de valor. Así, el salario y la tecnología pasan a segundo plano frente a la posibilidad de crecer profesionalmente.