
Después de años desplazándonos a la oficina, en 2020 la pandemia de Covid-19 nos enseñó que muchos trabajos pueden realizarse cómodamente desde casa gracias al trabajo remoto.
Sin embargo, como extrañamente suele ocurrir, cuando algo funciona bien, por alguna razón inexplicable, se elimina.
De 2020 a 2023, el trabajo remoto prácticamente reinó, pero mientras en 2024 presenciamos su transformación hacia un modelo híbrido, el 2025, con el regreso a la presencialidad de los empleados de Amazon, marcará el principio del fin del trabajo remoto.
Me parece profundamente injusto que empresas que, en el momento más crítico de la pandemia, lograron mantener su negocio a flote y hacer progresar el mundo gracias a un enfoque ágil, ahora parezcan haber sido víctimas de una especie de amnesia que las empuja a cerrarse completamente a esta modalidad.
Las ventajas del trabajo remoto
Estos cuatro años post pandemia nos han demostrado que el trabajo remoto no solo es posible, sino que funciona bien y ofrece múltiples beneficios. Veamos algunos de ellos:
- Mayor relajación: Un empleado que se despierta y ya está en su lugar de trabajo estará mucho más relajado que aquel que tiene que correr contra el tiempo para llegar a la oficina, enfrentando tráfico, caos, retrasos, frío o calor, y un sinfín de imprevistos.
- Reducción del tiempo de desplazamiento y la contaminación: Relacionado con el punto anterior, un empleado que trabaja desde casa elimina por completo el tiempo de desplazamiento casa-oficina, además de reducir la contaminación causada por los gases de escape de automóviles y transporte público. Si en lugar de desplazarse un millón de personas, solo se trasladan quinientas mil, habrá la mitad de vehículos emitiendo gases nocivos. A nivel global, el impacto es enorme.
- Mayor productividad: Un empleado que ha podido configurar su espacio de trabajo ideal con una silla ergonómica, varios monitores de alta resolución y periféricos cómodos, trabajará con más productividad y concentración que aquel que debe soportar la incomodidad del open space en la oficina.
- Más bienestar: Un trabajador que, al terminar su jornada laboral, puede rápidamente dedicarse a sus hobbies, su familia y su actividad física, es alguien que disfruta de su vida y logra un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal.
- Ahorro económico: Por último, aunque no menos importante, un empleado que trabaja desde casa no tiene que gastar su sueldo—ya golpeado por la inflación—en transporte, comidas fuera o ropa formal, sino que puede invertirlo en lo que le parezca más adecuado para su bienestar.
A la luz de estos puntos, podríamos pensar que el trabajo remoto es la solución perfecta para cualquier trabajador que pueda desempeñar su labor desde casa. Sin embargo, la realidad es que depende de las necesidades de cada persona.
Trabajo remoto, empleados y sus necesidades
No estoy en contra del trabajo en oficina. A lo largo de mi carrera, he trabajado en distintos entornos y equipos y siempre he valorado sus aspectos positivos.
Sin embargo, no podemos ignorar que no todos los empleados sienten lo mismo al ir a la oficina.
Conclusión
En resumen, creo que solo hay una solución al problema: dejar que los trabajadores elijan según sus necesidades. Es hora de abandonar las etiquetas de «full remote» o «trabajo híbrido» y adoptar un modelo free to choice.
Cada uno conoce los pros y contras del trabajo remoto y sabrá tomar la mejor decisión para desempeñar su labor de la mejor manera posible.
Porque al final, ya sea desde casa, la oficina o incluso otro planeta, lo importante es hacer bien nuestro trabajo, disfrutarlo, crecer y sentirnos orgullosos de lo que somos como profesionales.
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